Un sistema de supresión de explosiones consta de tres componentes: un detector, una unidad de control, y supresores. En caso de que se produzca una ignición, la bola de fuego se expande desde el núcleo de la ignición con la onda de presión (creada por el aumento de temperatura), recorriendo el frente de llamas. Los detectores de presión de explosiones están configurados para responder al aumento de presión característico en milisegundos.

La unidad de control de supresión de explosiones recibe la señal de detección a partir de los sensores de presión y envía una señal de emisión a los supresores de explosiones. El supresor se inyecta en el tanque protegido a una tasa y velocidad elevadas, utilizando boquillas especialmente diseñadas para dispersar el supresor y envolver la bola de fuego que se expande. Esto enfría rápidamente la bola de fuego, lo que reduce más la combustión y la presión de la explosión. Fundamentales para el diseño de la mayoría de sistemas de supresión de explosiones son los sistemas de aislamiento de explosiones químicos o mecánicos para reducir el riesgo de propagación de la explosión o la llama a otros equipos conectados del proceso.

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Los sistemas de aislamiento de explosiones están diseñados para detectar una explosión en un tanque del proceso y después crear una barrera que reduce el riesgo de propagación de la explosión o la llama a otros equipos conectados. Es posible que dicha propagación de la explosión dé lugar a una explosión más acentuada (más intensa) en cualquier tanque conectado de lo que se esperaría de una ignición simple en dicho tanque. El aislamiento de explosiones es un método probado de reducción de riesgo de dichas explosiones acentuadas y puede ser un requisito esencial para alcanzar una reducción suficiente del riesgo a partir del sistema de protección contra explosiones general.

El aislamiento de explosiones puede aplicarse a los tanques que estén protegidos por los sistemas de contención, supresión o ventilación. Existen tres tipos básicos de sistemas de aislamiento de explosiones:

• Aislamiento químico - descarga un supresor de explosiones en el conducto que suprimirá el frente de llamas que se está propagando y reducirá la probabilidad de que llegue al equipo o las zonas de la planta conectados.
• Aislamiento mecánico activo - dispara la liberación de una válvula de alta velocidad para formar una barrera mecánica en la tubería. Las barreras mecánicas ofrecen protección contra llamas Y la propagación de la presión al equipo conectado. Se requiere un panel de control y un detector de explosiones como parte de este sistema.
• Aislamiento mecánico pasivo - una válvula en el conducto, que se cierra como reacción a la onda de presión de la explosión, puede utilizarse para el aislamiento de conductos conectados de los tanques del proceso que cuentan con protección contra explosiones. Normalmente, no se necesitan controles ni sensores adicionales.

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La ventilación de explosiones implica la incorporación de un panel o membrana frágil en la parte superior o lateral del equipo de la planta del proceso para que el exceso de presión de la explosión se libere a la atmósfera. La ventilación es una estrategia probada de protección contra explosiones que puede aplicarse de manera segura.

Durante muchos años, la estrategia de protección contra explosiones más común ha sido la ventilación. La ventilación de explosiones, usada correctamente, sigue siendo una estrategia viable. Mientras que la ventilación es normalmente el método más rentable de protección contra explosiones, hay ocasiones en las que la ventilación es inviable y la supresión de explosiones es una opción preferible.

Puesto que el objetivo de la ventilación de explosiones es liberar el exceso de presión antes de que se dañe el tanque del proceso, se libera el polvo o vapor, quemado y sin quemar, a través de la abertura de ventilación. La bola de fuego expulsada, con un volumen típico ocho o más veces mayor que el volumen del tanque, debe ser liberada a una zona segura. Es importante señalar que, como la ventilación de la explosión solamente descarga las presiones de la deflagración del tanque del proceso ventilado, se prevé que se produzcan incendios posteriores a la explosión. Deben incorporarse medidas adecuadas de control de incendios en el diseño de seguridad de la planta de procesamiento. Además, es posible que tenga lugar la propagación de explosiones a través de conductos conectados, por lo que es necesario el aislamiento de la explosión.

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